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domingo, 29 de octubre de 2017

Tania y el hombre de 50 años. Parte II

Pasaron un par de días, cuando una mañana revisando su correo electrónico, Tania encuentra un mensaje, cuyo remitente era Alvaro Portilla:


Estimada Tania,es un gusto saludarte (no olvides El Monje que vendió su ferrari), sigue muy bien con tú estudio de Antropoligía, muy interesante, recuerda escribir cuando quieras, quedo pendiente si puedes salir mañana en pm). De todas maneras el lunes te escribo.

Especial saludo y cuídate mucho.

Alvaro


Al leer Tania solo podía recordar aquellos ojos azules que combinaban perfectamente con el cenizo de su pelo, y lo bien que sabía jugar con los colores de su corbata y el resto del traje, lo cual lo hacía un hombre totalmente interesante, que por su edad lo hacía indudablemente un hombre decidido, que sabe lo que quiere, independiente, con experiencia, inteligente, caballero, del cual se podía aprender muchas cosas, en todos los sentidos, y con todo sus 50 años, estaba muy bien conservado. Todo lo que nunca se podrá encontrar en un chico que apenas pisa los 30, lo que quiere decir un hombre adulto tratando de salir aun de la adolescencia. Pero lo que mas sorprendía, era que la chica universitaria pudiera despertar interés en aquel gran señor, y aun mas que la estuvieras invitando a salir!, por lo que se dispuso a responderle de manera muy formal:


Saludos Señor Alvaro
Mañana me temo no poder salir, necesito entregar unos pedidos de mi pequeño negocio. Con respecto al monje, me lo empece a leer, interesante. Le acepto la invitación el miércoles, si puede.
feliz fin de semana! 


Tania.


No hubo una respuesta inmediata, así que Tania se dispuso a continuar con su trabajo en la oficina, el cual interrumpía para adelantar una que otra lectura de  Franz Boas. Finalizada la jornada laboral, le dio una ultima revisada a su correo electrónico, encontrando el siguiente mensaje:  

 Hola, que gusto saber de ti. Mi teléfono es 345511, llámame cuando puedas y acordamos nuestra cita, estaré encantado de volver a verte. Cuídate mucho. 

P.D. Puedes quitar lo de "señor"  y empezar a tutearme.

Alvaro.


Se acercaba la semana de exámenes para Tania , y Alvaro había estado  muy ocupado en su trabajo y aun no se había podido concretar una cita, así que como la universidad quedaba cerca a la oficina de trabajo del distinguido ingeniero, y para no dar mas largas al asunto, decidieron encontrarse en un pequeño bar cerca, Tania no iría a clases, y él ya había salido de trabajar.

Tal como se esperaba, Alvaro era todo un galán, cedía el paso, abría las puertas, te acomodaba en la silla, ayudaba a quitarle la chaqueta y dejaba que ordenara primero. A Tania se le antojó un mojito cubano, y Alvaro la acompañó con otro. El ambiente era agradable, el típico bar al que llegan abogados, ingenieros, secretarias,  compañeros de oficina, a relajarse un poco después de una larga jornada o a cerrar uno que otro negocio, bueno! y nosotros en una cita.

- He venido aquí muchas veces, me gusta este lugar, el dueño es un cubano muy agradable - Le explicaba Alvaro, mientras hacían un recorrido visual por el lugar.
- Si es muy acogedor, me gusta! - Respondió Tania entusiasmada  y un poco nerviosa.
- De hecho aquí vienen muchos de la oficina - continuo mientras levantaba la mano para saludar a un señor que estaba en otra mesa conversando con lo que se veía era alguna compañera de trabajo y que no hacían mas que observarnos.

Tania compartió su larga y dura semana de estudios hasta las 3:00 am y algunas anécdotas de su trabajo, sus gustos musicales, literarios, y sus aspiraciones una vez terminara la carrera. Y Alvaro le habló  un poco de su vida, de sus hijos y de su vida después de la muerte de su esposa, mientras se le escapaba uno que otro cumplido. No se podía negar que además era todo un seductor, y Tania no podía evitar sonrojarse y retirar su mirada del azul profundo de sus ojos, tal parece que había una especie de conexión o química.

Otro mojito, risas, miradas, chistes flojos, y la promesa de una próxima salida a comer, el próximo sábado.


jueves, 26 de octubre de 2017

El hombre perfecto a quien no puedo amar




No quiero irme de tu vida, y pienso que soy egoísta, porque soy consciente del daño que te he hecho, que mientras yo jugaba tu me amabas. Y como siempre tarde me di cuenta de tu amor sincero, que una y otra vez seguías conmigo, a pesar de todo, a pesar de cada golpe que te daba justo en el alma, diciéndome: Linda todo va a estar bien, todo va a salir bien.

Nunca quise sentirme comprometida, cuando tu estabas dispuesto a poner el mundo a mis pies, cuando tu dabas todo lo que tenias, y aun lo que no, anhelando tan solo un abrazo que durara hasta otro día, deseando un beso de amor, hasta el ultimo momento. Y yo, yo mostrándome fría, mostrando lo que no era, porque luego llore todas las lagrimas que te impedí llorar. Lloro por no poder amarte, porque eres el caballero, el poeta, el romántico, el soñador, el hombre perfecto a quien no puedo amar. Lloro porque desearía hacerte feliz, corresponder a todo ese amor que durante mucho me ofreciste, ese amor que no entendía, que me negaba ver, al que por mas de un año quise convencerme de que no existía. Lloré, pero nunca viste mis lagrimas correr., porque me asegure de mostrarme insensible.

Luchaste porque todos tus actos significaran algo para mi, y muchas veces los deje pasar, simplemente no los quise ver. Ahora elegimos un final, un final que ninguno quisimos
pero al que la razón nos llevo después de días de confesiones y sinceridad, de días en el que angustiado solo querías detener el tiempo, y fundirte en un abrazo conmigo.

Se que percibiste que no sentía nada y para ti era una agonía constante, tenerme cerca pero distante,
como cual extraño, con la impotencia de no poder besarme hasta el cansancio, de no poder mirarme hasta quedar escaneada en tu memoria para siempre, diciendo: es la ultima vez, por lo menos miénteme. Aunque considerabas habértelo ganado, pero no queriendo un premio por el esfuerzo, sino como quien desea un premio por gracia, deseando un amor no tanto ganado, sino que realmente saliera de mi por que si, dándome al tiempo la oportunidad de volver a sentir, de volver a amar, que anhelara tus abrazos, tu mirada, sin ser extraños.

Ahora entiendo que en mi sonrisa estaba tu felicidad, y que si te miraba a lo mejor nunca olvidaría la tuya. Siento haberte hecho sufrir todo este tiempo, me duele, tanto como lo duro que fue todo esto para ti. Ahora entiendo tus ganas de dormir en mi pecho hasta quedar inconsciente, pero mas que eso que yo también las tuviera, con la misma intensidad, con las mismas ganas. Ahora entiendo que siempre me soñabas, que deseabas tan solo ser feliz.

Solo me queda decir que me perdones por no valorar nuestro tiempo, el que el destino nos dio. Era nuestro momento frente al mar!. Se que aun sabiendo de que diría NO, tenias que decírmelo, porque no podías callar lo que guardaste todo este tiempo, y aun así no sabias soltar todo ese torrente de palabras y pensamientos que quizá fueron practicadas en muchos monólogos mentales, noche tras noche. para perfectamente declarar tu amor con palabras y proponerme una vida juntos.

Y ahí sentados escuchando rugir el mar frente a nosotros, confirmaste que me habías perdido para siempre, que a lo mejor nunca fui tuya, que solo fui tu historia inventada y perfecta, que a partir de ese momento ya nada seria igual. Y enfadado, con rabia contigo mismo rompías el silencio de las palabras con la molestia, con el dolor, con la angustia, con tus ganas de estallar en llanto, expresando cuan injusta veías la vida, rebelándote al mundo, pero pese a todo sintiendo unas ganas enormes de no dejarme sola, aunque  no tenía nada para ofrecerte, tan solo un cariño, una amistad, no lo que deseabas, y ahí estabas pensando qué hacer con todo ese amor, con ese amor que le daba sentido a cada día junto a mi.

Ahora entiendo que quedas mas solo que cuando aun no existía en tu vida, y eso me parte el alma, no quiero irme de tu vida, no es así de sencillo, no es fácil hacerme a la idea de que nunca exististe, en mi corazón llevo grabado todos los actos de amor que me regalaste, te fuiste metiendo en mi corazón, poco a poco te convertiste en alguien especial, pero sigues siendo el hombre perfecto a quien no puedo amar.

Se que a pesar de todo, deseas abrir mas tu corazón, se que aunque quieras, quedarte te hará mas daño, porque sencillamente desearas que te ame con todas las fuerzas y eres consciente que no sera así. Me has pedido que me marche, que no vuelva a buscarte y no he cumplido, porque alejarme de ti tampoco me hace feliz, pero sabes que si me quedo vas a rogarme amor, siendo fiel a lo que sientes, quizá nos involucraremos mas, nos necesitaremos mas, y me amaras mas, y saber que no podrá ser te seguirá doliendo en el alma.

¿Qué nos pasa a los dos?


"Como entender 
Lo que pasa en mi 
Después que ayer te pregunte 
Si había en ti amor 
Dijiste no 
Siento algo extraño pero no 
Y resulta que mi alma sigue igual 
Formando tu figura 
Hallando en tu sonrisa la felicidad"
Francisco Cespedes














viernes, 13 de octubre de 2017

Tania y el hombre de 50 años. Parte I

Tania salia de su trabajo angustiada, casi corriendo,  por llegar a tiempo a su clase de las 18 horas en su universidad, por desgracia, o no se si por fortuna, debía hacer trasbordo en el metro para poder llegar a tiempo. Esperando en la estación intermedia, que por suerte, pese a la hora tan congestionada, estaba vacía, se abren las puertas de unos de los articulados y salen algunos pasajeros, cada uno de los cuales camina a su destino, pero uno de ellos se queda justo a su lado. Tania alzo poco a poco su mirada, recorriendo los zapatos, el pantalón y se detuvo a mirar el libro que llevaba en sus manos aquel hombre que se quedo a su lado. Casi sin disimular trataba de leer el titulo, pues podía hacerse una idea de la persona según el tipo de literatura que lee. Y en su intento por averiguarlo fue sorprendida por el dueño del libro, que con una sonrisa la observaba en su tarea.

- Se llama "El monje que vendió su ferrari" interrumpió aquel hombre, mientras le permitía ver la cara del libro.

Tania fue elevando con gran vergüenza su mirada hasta tener sus ojos fijos en los de él, y se encontró con unos profundos ojos azules que hacían un especial juego con su traje gris y el gris de sus canas, lo cual lo hacia aun mas interesante.

- Ah! que pena, solo quería saber que libro era, contesto un poco sonrojada Tania.
- Hacia donde vas?
-Hasta la estación Catalán, a clases.
- Yo igual, trabajo en el Ministerio de Agricultura, las oficinas quedan justo al frente, ya iba a casa pero olvide unos documentos importantes así que tuve que devolverme.

Derrepente llego el articulado del metro y ambos se subieron en él, se sentaron en los puestos desocupados, mientras aquel hombre hacia una breve reseña oral del libro que uniría sus vidas.

- El libro trata de un abogado que le obsesionaba la plata y que después de tener un infarto se preocupa por la trascendencia y la espiritualidad, se pone en plan filosofo, viaja al Himalaya donde encuentra a unos monjes con los que descubre como llevar una vida mas feliz, apasionada y en paz. Qué te parece?
- Wow, muy interesante la verdad, respondió Tania, quien no dejaba de perderse en el azul de los ojos de quien le hablaba, como si el dejar de mirarlos la pudiera desconcentrar.
- Qué estudias?. Pregunto interesado el de azul profundo. 
- Sociología, me gustaría trabajar con proyectos del Estado.
- Que bueno!, quizá te pueda ayudar, hay muchos proyectos que el gobierno esta gestionando desde el Ministerio de agricultura, si gustas me podrías dar  tu correo y te paso alguna información que te puede interesar.
- Por supuesto!

De repente, ya casi llegando a la estación destino, aquel hombre saco su pluma del bolsillo interno de su saco, y quedo esperando con una mirada al dictado de Tania. Justo anotó los datos de la chica universitaria  en la parte trasera del famoso libro. Una vez tomo nota de sus datos, se presentó.

- Me llamo Alvaro Portillo, fue un gusto Tania.

Justo en ese momento se detuvo en la estación, y ambos tomaron direcciones contrarias, despidiéndose con una sonrisa y miradas algo cómplices y expectantes.




domingo, 1 de octubre de 2017

Viva la alta teología

Hay quienes realizan transacciones racionales, piden y dan perdón aunque este no sea del todo sincero, solo para llevar la fiesta en paz, o por no querer quedarse si Cristo viene, temor que en ocasiones es promovido por predicas algo manipuladas por parte de algunos pastores, con lo cual solo logran modificar la conducta con efectos poco duraderos.

Muchos temen quedarse cuando Cristo venga por su Iglesia, por esa iglesia santa, sin mancha y sin arrugas, considero (y en esto me disculpan los estudiosos, podría estar cometiendo un error hermenéutico monumental), que si bien muchos son pueblo de Dios, no todos son la Iglesia, así como si todos somos criaturas de Dios, no todos somos hijos. Pero, si bien no todos son salvos, hay quienes creyendo o teniendo la salvación en algún momento luego la pierden?. Está  usted seguro de que será salvo o de que irá al "cielo"? en otras palabras, está usted seguro de su salvación, en caso de creer en ella?  Si de algo estoy segura y nunca discutiría es que no nos salvamos por las buenas obras que podamos hacer en esta tierra, es una cuestión de fe.

Sin embargo surge el interrogante, Dios nos quita la salvación después de creer? Creemos en un cristo que nos salva y luego nos des-salva?  Es entonces cuando recuerdo que la religión en toda su existencia ha sido un medio de manipulación de masas, un mecanismo de sometimiento, y hay quienes hacen doctrinas a su interés, emanada de algún beneficio espurio, bien sea  para justificar conscientemente lo que saben que deben cambiar, o bien para tener adeptos atemorizados, lejos de las enseñanzas de Cristo  y del verdadero evangelio, que entre otras cosas ha sido tan desvirtuado que alguno lo llaman religión, pero que esta lejos de serlo.

Ahora bien, en el hipotético caso de que no perdemos la salvación una vez hayamos creído en ella, quiere decir que una vez alejados del pecado y volviendo a caer en él seguiremos siendo salvos porque aun creemos en ella aunque llenos de inmundicia? O estamos en una constante lucha por cuidar la salvación considerando nuestra condición natural de pecadores?, y si esto es así entonces nuestra salvación, contrario a que no es por obras, sí depende de lo que hagamos y no de quien hizo?.  De una u otra forma cómo podemos sentir la paz de la seguridad de la salvación eterna? Que si bien es eterna no debería perderse, y que si se pierde entonces no seria eterna. O será mejor decir tu y yo al infierno por malos y que viva la alta teología? Sería mas sencillo así?

Y  aquí abro un paréntesis para aclarar que amo las asambleas de hermanos o asambleas de Dios, aprendí muchas cosas en una de sus iglesias, amo la iglesia pentecostal trinitaria en donde nací, pero ante todo rechazo toda religiosidad venga de donde venga, y si bien no soy teóloga, ni experta en denominaciones, que a la final la discusión no merece importancia, tampoco estoy aquí juzgando, ni comparado, ya que considero que por encima de cualquiera de ellas están las Sagradas Escrituras, manual de toda vida cristiana. Aunque, cada movimiento busque la recuperación de alguna doctrina dejada, abandonada o mal interpretada, y tenga una confesión de fe, resaltando que unas mas acertadas, otras mas ambiguas o inexactas. Cierro paréntesis.

Vaya rollo que se me ha hecho en la cabeza!, quizá a ti que me lees se te hará todo un meollo igual, pero es un tema que ha ocupado las mentes cristianas más brillantes y aun así no han alcanzado un consenso, a lo mejor debamos leer mas a Jhon Wesley, que Wesley! leamos mas bien mas Biblia! . Si fuera algo que publicara en redes sociales créanme que seria la publicación con  mas comentarios que tendría hasta ahora, porque hay quienes por defender ciegamente una convicción de la cual no tienen los fundamentos ni los argumentos tampoco se dan a la tarea de estudiar, de cuestionarse o de abrirse a otras posibilidades una vez analizadas las posiciones, porque tienen a sus lideres religiosos que lo hacen por ellos, y es precisamente ahí donde empieza la desvirtualización, la manipulación y la minoría de edad. En pocas palabras defienden lo que no saben ni entienden, y salen miles de argumentum ad verecundiam o falacias ad hominem, olvidando que, si bien es algo que debería preocuparnos, en este caso, en este escrito, no es nada personal, es solo una cuestión dialéctica, pero la cuestión es llegar a tener una posición mas bíblica en una doctrina fundamental, pero hasta pensar y cuestionarse parece ser, en algunas iglesias, una obra del diablo o de la carne, que ha de ser desarraigada de nosotros olvidando que Dios nos hizo seres razonables.