Sabina estaba vacía. tenía un hueco que aún no había llenado, quizá eso la arrojo a la demencia, y era algo con lo que tenía que luchar toda su vida, pues hasta ahora no lo había logrado, algo así como si tuviera la difícil tarea de ajustar ese tornillo suelto de su cabeza. Pero para Jung era realmente maravillosa, no le importaba su locura, que mas da si finalmente todos tenemos algún defecto de fabrica que alguien tendrá que ajustar en su momento, al menos si el loco se lo permite.
Cuando hablaba con Jung, él la describía como una preciosa mujer llena de pasión, con una profunda necesidad de sentirse completa con su hombre, lo cual lo hacia un hombre afortunado. Evidentemente lo había cautivado su belleza, su simpatía y su inteligencia, si! lo dije bien su inteligencia, las locas también los son, bueno en fin él estaba completamente seducido por toda ella.
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