“Si
tengo dinero, accedo al agua potable; si no lo poseo, o me muero de
sed o bebo agua contaminada y que la suerte me ayude a sobrevivir”
Las
culturas antiguas, los grandes pueblos y las grandes civilizaciones
han surgido y crecido entorno a grandes ríos, ya que como fuente de
agua era indispensable para las actividades agrícolas, podían mantener la limpieza y el aseo, y era un medio importante para poder
transportar mercancías y relacionarse con otras civilizaciones, tanto
como lo fue el Nilo para los egipcios, como el rio Zinú para los
Panzenús en Colombia, país que hoy por hoy cuenta con una de las
riquezas hidrográficas mas grande del mundo, cuenta con cinco
vertientes hidrograficas, la del caribe, el amazonas, orinóco,
catatúmbo y el pacifico, para un total de 35 cuencas. Pero no solo
nos quedamos con esta fuente de agua, por otra parte contamos con 20
lagunas, entre las que estan: La Tota, La Cocha, Fúquene, Suesca y
la Guatavita.
Ahora
bien, desde el año 1950 la Asociación de Derechos Internacionales,
propuso el termino Cuencas hidrográficas internacionales,
para designar a “un área geográfica que se extiende por el
territorio de dos o más Estados y está demarcada por la línea
divisoria del sistema hidrográfico, incluyendo las aguas
superficiales y freáticas que fluyen hacia una salida común”. Hoy
existen 264 cuencas internacionales con 145 países con cuencas
compartidas, territorios en los cuales se han presentado conflictos
por el agua, conflictos como el caso de Ecuador y Perú por el río
Cenepa o el de Bolivia y Chile el río Silala, o como el de los países del Medio Oriente donde el agua ya es una cuestión de
seguridad nacional.
En
el primer caso, estos dos países se disputaron, en una larga serie de
enfrentamientos el control del territorio entre la cordillera del
Cóndor y el río Cenepa, conflicto en que Ecuador reclamaba un
acceso a la cuenca del Amazonas, sustentando que el Gobernante Simón
Bólivar en la Gran Colombia (1827) reclamo como territorios suyos,
lo cual evidentemente no es una cuestión de dato histórico sino un
conflicto de intereses por esta zona altamente estratégica.
En
el segundo caso, Bolivia reclama el río Silala, que se origina en el
departamento de Potosí (Bolivia) a 4 kilómetros de la frontera con
Chile, que según los bolivianos, fluyen hacia el país vecino por
canales artificiales, y que los chilenos no solo hacen uso indebido
de sus aguas, si no que ademas no están pagando por ello. Por su
parte, Chile sustenta que ese río tiene carácter internacional y
por lo tanto puede utilizar sus aguas para la minería de su país, y
hoy día es un tema de discusión ante la Haya por definir si es o no
un río internacional o a quien pertenece el Silala. Y como adicional
a este conflicto en 2013 Bolivia presentó una demanda contra Chile
ante a Haya para acceder al Pacífico.
Pero
no nos vayamos tan lejos, ni al Medio Oriente, Israel con sus vecinos
Palestina, Líbano y Siria y su disputa basada en la idea de Israel
por controlar los recursos hídricos superficiales y subterráneos; y
tampoco nos vayamos a Ecuador, Perú, Bolivia o Chile y sus peleas
por ocupar ríos estratégicos. Aterricemos en Colombia, en donde
también vivimos conflictos por este recurso vital y en el que los
intereses de los más fuerte$ son los que cuentan. Caso puntual La
Guajira.
Actividades
como la de la minería no solo han transformado el territorio, si no
que también han hecho de su población wayu victimas de la misma, ya
que hacen difícil cada día el acceso a este recurso vital y sagrado
que garantiza la vida, que causa cada vez mas muertes de niños y
niñas, no solo por la desnutrición y el abandono estatal, si no por
las dificultades y malas condiciones para acceder a este preciado
liquido. En contraposición, la declaración del Comité sobre
Derechos Económicos, Sociales y Culturales del Consejo Económico y
Social de las Naciones Unidas dice que “el agua es un derecho
indispensable para llevar una vida con dignidad humana y un
pre requisito para la realización de otros derechos humanos... el
derecho humano al agua, da derecho a todos a tener agua suficiente,
segura, aceptable, físicamente accesible y a precios razonables para
uso personal y doméstico”.
Entonces
donde queda todo este discurso cuando vemos que el agua se ha
convertido en este departamento como un bien eje central de un
conflicto, en los que a favor de la explotación del carbón en este
departamento, este bien ha sido privatizado desfavoreciendo a la
población, que no solo ha sido excluida sino que lo poco que esta a
su alcance es agua contaminada con polvillo de carbón, grasas,
aceites, combustibles, carbón mineral y nitrato de amonio, producto
de la explotación minera. Además de todo el impacto ambiental
negativo que se ha generado en la única fuente de agua de la región
como lo es el río Ranchería, en el que empresas como el Cerrejón,
que se ubica en la parte media de su cuenca, ha alterando sus características físicas y químicas en sus tramos, lo cual ha generado
una disminución alarmante de pesca y alteraciones en el ciclo hidrológico por el impacto que la actividad minera genera en los
indices de evaporación.
¿Es
el agua un bien público y un bien garantizado por el Estado? El
artículo 6 de la resolución de la Asamblea General de la ONU dice
que “la cooperación internacional en el desarrollo económico de
los países en vías de desarrollo se basará en el respeto de su
soberanía sobre sus riquezas y recursos naturales”, ¿pero que
pasó con casos como los de la Chevron en el amazonas ecuatorial,
donde el Estado es demandado por defender sus recursos?¿qué pasa
con La Guajira?¿qué pasa en el Chocó donde aun no hay agua
potable?¿qué pasa con nuestros páramos que el Estado quiere vender
o dar derechos sobre éstos a empresas privadas extranjeras?
Referencias:
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