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sábado, 24 de junio de 2017

Hablemos de penes

Decía una amiga, cuya lista amorosa es bastante extensa, que lo mejor era un gran pene, pues después de catar unos cuantos, solo un gran pene la satisfacía, y finalizaba sus premisas afirmando que las mujeres con poco recorrido se conforman con la primera oferta del mercado, al no conocer lo último en guaracha.

Luego llega a mi memoria la primera vez que vi un pene, no cuenta los penes de bebes ni la trágica imagen del de mi padre, tampoco el de mi primer novio, ese solo cumplía su función copuladora y casi nunca lo detalle. Pero cuando vi realmente un pene, no dejaba de observarlo, ese pedazo de carne rígida que nos proporciona tanto goce en su estado firme, puede también llegar a ser un baboso moco colgante!, y siempre he dicho el pene es realmente feo!, que en medio del desenfreno y la excitación lo vemos como un gran manjar que debe ser guardado en su cajita.

Después de eso, bueno he visto varias clases de penes, no por que mi lista se este igualando en número a la de mi amiga, sino porque existen muchas formas de ver penes. Y lo sigo diciendo los penes son feos!, y son embellecidos con alguna dosis de cachondería o enamoramiento, dos estados para desear y ver tan delicioso como un helado de vainilla francesa este apéndice masculino.

He visto penes gigantescos, de los cuales digo, por Dios! es posible o es efecto de la cámara! jajaja, pobre hombre debe sentir que su pene es un taladro, que mas allá de hacer sentir a mi amiga la mujer mas feliz del mundo, le produciría dolor. Entre los penes grandes, no puedo dejar de lado los penes de hombres enanos, ya de por si el tamaño de su cuerpo ayuda a proyectar un gran miembro, los enanos tienen sus encantos, jajaja.

Penes diminutos, delgados, curvos hacia abajo, penes cabezones, largos y flacos, pequeños y gordos, en fin, hombres que sufren por lo grande y otros que se acomplejan por lo pequeño, hombres que lo saben mover, hombres que solo les gusta que se lo vean, hay de todo.

Lo cierto es que yo he conseguido el pene perfecto. Si! el pene perfecto para mi. El pene que me dan ganas de comerlo siempre, el que cabe perfectamente en mi boca, que ni me atraganta ni sobra. En cualquier momento podría disfrutarlo, me gusta su sabor, su olor, su textura. No diré si es grande o pequeño, no lo encasillaría en un tamaño. Lo realmente importante de un pene es que te haga disfrutar y desearlo, donde sea y como sea.  Mi pene tiene nombre y apellido, se sabe mover, se sabe meter, sabe disfrutarme y hacerme disfrutar, sabe hacerse desear, sabe hacerme babear. Finalmente siguen siendo feos los penes, pero mi pene erecto, duro e imponente es el mas lindo de los penes.



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