Entradas populares

lunes, 22 de agosto de 2016

Mi primera vez

Él es la mezcla perfecta entre perversión y ternura, es increíblemente perverso disfrutando cada momento en que me ve desnuda, atada e inmóvil. Me encanta su ternura, la suavidad de sus manos
la delicadeza con la que me da cada caricia, no lo imagine así...

Esperó verme quitar cada prenda de ropa y con mucho cariño me llevo a la tina que ya me tenía preparada, me invito a entrar y tomó la esponjilla la inundó de jabón líquido y comenzó a acariciar cada parte de mi cuerpo mientras no hacia mas que mirar cada una de ellas al tiempo que dejaba rozar su mano por mi piel, no podía creer aquello, solo miraba sus ojos perdidos en mi y me concentraba en sentir el aroma de aquel jabón de baño y sus manos deslizarse por todo mi cuerpo, de vez en cuando se acercaba y me daba un dulce beso, aunque él estaba encantado viéndome ahí en su tina.

No hubo parte que no acariciara. Cuando termino el baño tomó la toalla y seco todo mi cuerpo hasta el ultimo dedo de mi pie y me coloco la salida de baño dirigiéndome hacia su habitación. Comenzó a besarme, bajó por mi cuello, sus caricias eran suaves y lentas como si sus dedos quisieran grabar cada centímetro de mi piel, caímos en la cama y me perdí en él, en sus besos en sus caricias por doquier, en sus dedos descubriendo mi humedad, en su lengua prodigiosa, que como dice Eve Ensler, conmociona mi vagina y hace estallar mi corazón.

Una vez obtuvo mi primer orgasmo, esos que uno queda sin fuerzas tratando de recobrar el aire,
hice un movimiento que le dio ideas, esas ideas que deseaba y fantasee por muchos meses, me acomodé en la cama de tal manera que quede boca abajo en ella,  me acaricio la espalda de arriba a abajo hasta acariciar mi trasero, del cual vivía encantado, si reconozco que encanta a todos, un poco grande y hace juego con mis caderas, modestia aparte.

Cerré mis ojos y comencé a concentrarme en sus manos, hasta que sentí que se detuvo y se alejo, me quede en la misma posición, escuche que abría su ropero y sacaba cosas, algunas las dejaba en la cama y volvía a buscar cosas en el armario. Comenzó a besarme el trasero y a acariciarlo, confieso que nunca había dejado que jugara con el en mi vida, y aunque al principio estuve tensa, dentro de mi pensaba "debes relajarte y disfrutar de él", en el fondo sabia que estaría segura, confiaba.

De repente sentí algo frío en mi trasero que empezó a esparcir con sus dedos, jugó un buen rato en mi ano hasta que sentí que introdujo unos de sus dedos, la sensación era extraña y completamente nueva para mi, por momentos me llenaba de vergüenza, ¿cómo me vería en esas? imaginaba, pero podía sentir como disfrutaba de aquello, cuanta paciencia, cuanto cariño, cuanta destreza, empezaba a gustarme aquella novedad, no se cuanto duro así, pero no quería que parara, luego sentí que aquello que entraba y salia era mas grande, entendí que ya no había uno si no dos dedos dentro de mi
que entraban, salían y que giraban, deseaba tocar mi clítoris mientras hacia aquello.

Luego paro y escuche que sacaba algo de una bolsa, y mi trasero volvió a ser el centro de su atención
se que entraba algo, pero no podía saber que era, era frió, pensé que volvía a aplicar lubricante, hasta que me digo, se te ve hermosa, le pregunté ¿qué?, la cola de zorra, se te ve hermosa amor. Muchas veces habíamos hablado de la dichosa cola de zorra, la cual siempre veía tan grande y le decía que eso no entraría en un trasero sin estrenar, no pensé que lo lograría, y en esas tantas conversaciones siempre me explicaba que confiara en él, que él sabía como colocarla y me explicaba el paso a paso cual experto.

Estaba encantado viendo aquel cuadro, luego me alzo un poco hasta que quede en posición de perrito
y arremetió contra mi, una, dos, tres ya no se cuantas veces, tomándome por la cintura empujándome contra el...ohhh eso fue extremadamente  genial!

Se detuvo después de disfrutar por un buen rato, escuchaba un sonido como cuando te estas desabrochando un cinturón, no era el de el obviamente, entonces tomó una de mis brazos lo coloco sobre mi espalda ató mi muñeca como si lo ataran con un cinturón, tomó mi otro brazo hacia atrás y haciendo un movimiento ató mi otra muñeca junto a la otra, entendí que eran sus esposas de cuero. Se detuvo nuevamente, imagino que solo me miraba, de vez en cuando me daba un par de nalgadas y me decía lo hermosa que me veía, mientras planeaba el siguiente paso.

Yo deseaba que me siguiera envistiendo como hace un rato lo había hecho, entonces empezó a atarme los pies, lo hacia rápido y muy seguro, escuchaba el sonido de la soga cuando la pasaba para hacer los amarres, ató uno de mis tobillos, luego el otro y los dirigió hacia mi espalda y tomo mi pelo que ato con la soga y luego lo unió con el amarre de mis tobillos de tal manera que casi mi cabeza tocaba mis pies. Me sentía dichosa, saber que disfrutaba de mi, de verme, saber que lo estaba complaciendo en todo lo que hablamos tantas veces, sabia que lo deseaba, y hacerlo disfrutar era en ese momento todo mi deseo.

En aquel momento sentí sus dedos acariciando mi vagina, suave y despacio, quería retorcerme de placer pero era casi imposible, aumentaba el ritmo al mismo tiempo que aumentaba mi humedad, uff eso fue maravilloso ...y una vez mas quede sin fuerzas. Prosiguió a desatarme con la misma paciencia y ternura con la que me ató, dejó todo en el suelo me abrazo, acomodándome en la cama, me abrigo con las sábanas y se metió en ellas para acostarse a mi lado, me acomode en su pecho, lo bese hasta cansarme, me pregunto si lo había disfrutado, si me había gustado estar atada en su cama, solo dije que si, pero la verdad es que me encanto, no era el dominante que te flagela hasta quedar con moretones por toda partes, es extremadamente tierno y sexy, y saber que me disfruta que soy toda su atención, que estoy en su mente, que me desea hace que me someta completamente. Finalmente, después de tanta acción, un te amo reciproco nos sumió en un relajante sueño.













1 comentario: